A todos los que sienten pasión por los títeres; a los que los construyen; a los que los mueven; a los que viven de los títeres; a los que viven para los títeres; a nuestro público. A los que un simple fantoche les ha hecho soñar; a los que son capaces de ver arte en un calcetín con ojos; a los que sufren prisión por su causa; a los que la justicia encierra injustamente por expresar el pensamiento del pueblo con un títere.
Y también a los que intentan acallar su voz; a los políticos que mantienen un asfixiante 21% de IVA para la cultura; a quien piensa que no puede haber arte en lo humilde; a los que se equivocan midiendo el valor de la cultura en monedas; incluso a los que no aman al títere, ni a la cultura, ni al arte, ni siquiera al ser humano. A todos, feliz día del títere.