La caja de Morgana surgió en enero de 2011 como medio de comunicación con los habitantes de lugares remotos, donde las palabras no pueden ser la única forma de expresión. A partir de esta idea, nació Pepi, la oveja mongola, un espectáculo de títeres de hilo para un pequeño escenario portátil que llevaban en la mochila. Con ellos viajó, a pie de calle, hasta públicos inolvidables como los nómadas mongoles o las tribus Mursi de Etiopía. Encantados con la experiencia, sus componentes comenzaron a formarse y experimentar con diferentes técnicas e ideas hasta el momento actual. La caja de Morgana, actualmente, tiene dos líneas de trabajo: una es la de los títeres de mochila, con los que viaja a culturas diferentes para conectar con las necesidades lúdicas de niños y adultos; la otra es la de los títeres de escenario donde, además de dar vida a las historias que rondan en su interior, pueden también experimentar con las diferentes formas de expresarlas con técnicas como marionetas de madera, objetos, música en directo y teatro de sombras.