Titeres de María Parrato desde hace más de quince años lleva sus propuestas a los escenarios con espectáculos como: Hace muchas lunas, Canción de Navidad, El gato manchado y la golondrina Sinha, No te asuste mi nombre, Ping. El pájaro que no sabía volar, Palabras de Caramelo, Caminos o Gallinas y magdalenas, recorriendo la casi totalidad de la geografía española y muchos países de Europa, América y Asia. Sus montajes han recibido gran número de galardones, entre los que se encuentran los premios al Mejor Espectáculo en TEATRALIA, en FETEN, en la Fira de Titelles de Lleida o el MAX. El año pasado ha recibido el Premio Moretti a la Mejor Compañía Infantil y el Premio ICAL al Compromiso Humano.
Todo esto no hace que haya renunciado a una filosofía, a una manera de hacer, a una forma de entender el teatro. Ser y no ser…. Tener vida… y no tenerla. Porque esa es la capacidad de los títeres, moverse desde lo que no tiene ánima, hablar desde lo que no tiene habla. Una capacidad desarrollada por el titiritero o manipulador que propone la tensión a tres (manipulador-criatura-público). Parece que cuando dejas de crecer ya no se juega, pero… queremos seguir jugando y creciendo.